domingo, 28 de agosto de 2011

De visita en casa de los abuelos 27/08/2011





Sábado: planes por mi propia cuenta = CERO. Podría haber ido al museo del arsenal que tiene varias salas y me da, creo, para varios días. El caso es que me dijo Michéle si quería ir con ellos y dije que sí. ¿Qué mejor forma de hacer un poco de "turismo"? Ver otras zonas distintas... après midi nos ponemos en marcha. El pueblo está en el mismo sitio que donde Sansón perdió el chaleco. Bueno, mejor dicho: donde el abuelo de Heidi pegó las tres voces. Nos ponemos, desde Morges, en la región de Fribourg, los pre-alpes (otro sitio: Fribourg, que tengo que visitar) Cuando llegamos, allí la temperatura es considerablemente más baja que en Morges, con lo cual tirito... tirito mucho. Eso debió de hacerle mucha gracia a mi amado constipado.

El pueblecito es el típico de los paisajes de Heidi, sólo que más moderno. Casas rodeadas de jardínes enormes con huertecitos, flores, geranios, rosales y mil otras... a la falda de un bosque cargado de enormes pinos como los de Navidad y plantas de acebo (¿alguien quiere un beso?) Las casas son bastante grandes aquí, no tienen la distribución habitual de España, pero los salones son muy grandes, un lugar donde estar con la familia.

Después de un cafecito calentito para entonar el cuerpo nos ponemos los chubasqueros y nos vamos: los tres niños, la madre, la abuela y yo, en busca de setas, es decir, champiñones de toda la vida de Dios. Pero como no es temporada, lo será en septiembre, no encontramos ninguno. Así que de vuelta.

Me enseñan el giga-jardín y el huertecito con lechugas, tomates y otras verduras, árboles frutales de manzanas, peras y plantas y más plantas de frambuesas negras y rojas. Todo idílico, bucólico.... salvo por las jodías nubes que están casi pegando a ras de suelo. Sientes la presión sobre ti de la altitud a la que estás. Agradecí mucho, regresar a altitudes no tan pre-alpínicas. Mi pobre cabeza comenzó a dar muestras de ello con un hermoso dolor. Pero bueno, ce n'est pas grave, nada que un chutazo de ibuprofeno no pueda arreglar.

Los abuelos de los niños son dos personas encantadoras. En esta ocasión pude comunicarme mejor con ellos que la primera vez que los conocí en junio que era incapaz de decir "rien de rien" La mujer me hizo hasta un té de hierbas bueno para la garganta y me dijo que cosas debía tomar para mejorarla. Y él, me regalo una caja de bombones (la cual he perdido) pero tranquilos, en el cajón de mi cuarto tengo una pequeña reserva de chocolate, snacks de cereales y toneladas y más toneladas de pipas peladas de Mercadona que mi madre me mandó por correo ^^ ¡Ah! y chicles de menta. Así que... si paso hambre es porque quiero. En la caja además de más ropa, zapatos, bolsos y alimentos suficientes como para sobrevivir a una guerra "nucelar" venían mis dos peluches de la infancia: Kio y Mimo. Desde que llegaron, duermo abrazada a ellos toooooodas las noches. Algo que en España no hacía desde hace mucho, mucho tiempo. Me siento bien, será cosa de la nostalgica y, como la jodía de mi perra se metía en la cama conmigo, será que echo de menos un bulto peludo en mi cama*

Las dos últimas noches he estado tosiendo mucho pero siguiendo el consejo de la mía mamma (ya lo sabía pero... ni idea de porque no lo hice) le he pedido a la mami de la casa una cebolla para evitar toser esta noche, a ver si duermo mejor.

El día de hoy, relax tope power y recuperarme de una noche de toses. Podría haber ido al lado, pero en mi estado, que tampoco es tan grave salvo por la tos y esta mañana que estaba un poco desmadejailla por el cansancio, he decidido descansar, restablecerme y vaguear en el cuarto. Por la tarde fui a dar un gran paseo al sol à côte du lac y al llegar a uno de los 500.700 millones de parques me senté al solecito rico con mi libro en español y estuve leyendo en paz, absorta en el rumor del agua, las carcajadas de los niños, los susurros de las conversaciones de las personas y los graznidos de los animales. Se me olvidaba contar que he tenido un copain negro al lado mía curioseando mi libro. Era tan negro, tan negro que era satinado y todo. El caso que cuando me ha dicho algo no lo he entendido, me basta con intentarlo con los humanos como para ponerme a aprender el idioma de los cuervos. Curioseo muy cerca de mí, me miraba, se acercaba, hurgaba en la hierba hasta que, en vista de que no le hacía caso, salió volando. Adjunto fotos de mi copain y de las vistas que tenía debajo de mi árbol, lástima que mi cámara no capte el Mont Blanc que se ve detrás de las montañas que rodean el lago.

Regreso a casa y cena: crepes con espinacas y queso... Caprice de Dieu.

À tout à l'heure

*Para l@s mal pensad@s nada tiene que ver con cuestiones sexuales. Mi perra tiene pelo, ¿vale? Algo normal en los animales y, sí, hago esta aclaración porque probablemente yo sea igual de mal pensada que tod@s vosotr@s :p

3 comentarios:

  1. Qué bonicas fotos!! Aiins ha sido un lujazo parlar contigo un rato :D

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  2. Me ha llamado la atención la idea de los paisajes al estilo "Heidi" (:
    ¿Qué te parece si compartes más fotos de los lugares sobre los que hablas en tus entradas? Le dará un toque diferente a tu blog ^^
    (P.D. Muy mona la chica del reloj de arriba a la derecha xDD ¿Hay más modelos?)

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  3. Hay más modelos de relojes, sí. Pero como el de la chica no. Muchas gracias por recomendar lo de las fotos. Lo había pensado hacer, pero como me suele pillar hacer esto de noche o tras terminar la jornada, no tengo muchas ganas de trastear mucho en el blog, pero.... ¡Prometo que lo haré! GRACIAS ^^

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