lunes, 26 de septiembre de 2011

Lyon Part-Dieu 24/25-09-2011

Estaba deseando escribir esta entrada. Deseando que llegase el momento de la siesta de los niños y, al fin libre. Hace aproximadamente una semana estaba chateando con mi amiga Irene que también está de au pair, pero en Lyon de la France. Llega el fin de semana, sin planes... dado que en la ciudad-dormitorio donde vivo no hay mucho que hacer si no eres un padre o madre de familia con dos o tres críos. Es a resumidas cuentas un pequeña ciudad entre dos grandes: Ginebra y Lausanne, y si quieres movimiento, marcha y vida te tienes que ir a esas dos o, te conformas con los hermosos paseos por el lago. Bueno, pues hablando, hablando con mi amiga me suelta de buenas a primeras: "este fin de semana estoy sola, ¡vente!" Y yo sin pensármelo un nano-segundo digo: "Vale" Dicho y hecho. A pesar de tener problemas con la compra a través de Internet el mismo viernes ya tenía los billetes de tren. El trayecto era de Morges a Ginebra (30'') y de Ginebra a Lyon (3 horas haciendo varias paradas en cuatro estaciones) Preparo una maleta como si me fuera a ir a la guerra: dos mudas de ropa, ropa de marcha otras dos (por si el conjunto al final no me convence) maquillaje, zapatos, galletas de chocolate, colonial, pendientes, pulseras.... de todo un poco. Me siento como la señorita Pepis con su maletín. Me cercioro unas ochocientas veces que los billetes de tren están dentro y a las 21:00 horas "al sobre" que mi amigo el despertador está sonando a las 5:00 am.

5:00 am, primer pensamiento: "Ya iré a Lyon otra vez, yo me quedo durmiendo..." Segundo pensamiento: "¡Levanta el culo gordo que te vas a Francia a salir de marcha!" Pego un bote legendario, me visto, hago la cama y salgo como un pequeño ratón andando de puntillas para hacerme un desayuno. Una vez todo listo, salgo de la casa sintiéndome el ser más horrible del mundo porque en mitad del silencio el más mínimo ruido resulta igual de atronador que un blitz.

Al fin fuera.... el fresco de la mañana, que no da señales de aparecer de momento me saluda y me despeja. Me subo hasta arriba el cuello de la chaqueta y hago un recorrido un poco más largo hasta la estación, aunque más luminoso. Ya se empiezan a ver las primeras luces en las casas, gente absurdamente madrugadora. Llego a la estación y me siento. Me arrebujo en mi cazadora y escondo las manos en los bolsillos y la nariz dentro del cuello de la misma. Hace fresco, pero es agradable, simplemente lo hago para no comenzar a tiritar al estar a pie quieto. Poco a poco la estación se va llenando de algunos soldados. Ninguno merece la pena y, es demasiado temprano como para que mi Mode Obrero se ponga On al ver algún tío guapo. Llega el tren, puntuales con exactitud suiza a las 6:32 am. Nos ponemos en marcha y doy algunas cabezadas, pero no me permito dormirme se me vaya a pasar la estación de Ginebra y encima pierda el tren hacia Lyon. Al fin llegamos... la ciudad es preciosa, al menos lo poco que vi desde la estación. En ninguno de los paneles aparece información relativa a los trenes que parten hacia Francia por lo que, ya después de casi dos meses no me da ni miedo ni vergüenza lanzarme al agua y hablar en francés. Me acerco al primer mostrador de información y hago la pregunta perfectamente y me entero igual de bien... ^^ momentos en los que una se siente un poquito más orgullosa de sí misma. Para coger el tren a Lyon tengo que salir de la estación, caminar un poco à côte de ella y volver a entrar por otra puerta que me lleva a los andenes internacionales. Entro paso la aduana, es un pasillo estrecho que se ensancha un poco y donde te esperan varios policías de la estación. No tienes que pasar la maleta por ningún escáner ni nada, pero si hay dos perros. Te miran, te dan los buenos días y sales al exterior a los andenes. El tren ya estaba allí por lo que en lugar de esperar fuera, entro y me siento en el primer sitio que encuentro, este viaje no está numerado. Enfrente tengo a un hombre, es agradable, hablamos un poco pero en cuanto el tren se pone en marcha pienso: "tres horas por delante, sin lectura, sin comida.... A dormir se ha dicho" Me desperté en varias ocasiones, coincidiendo con las detenciones del tren a las otras estaciones. Pero no fue hasta diez minutos antes de llegar a Lyon que me espabilé verdaderamente. No sabría explicar en qué exactamente se notaba, pero era evidente que ya no estaba en Suiza. Quizá los tejados de los edificios menos bajos, no sé... El caso es que la sensación de seguridad, de hogar... que me invadió fue una de las cosas más placenteras de este fin de semana. Nadie me va a mirar raro por saber que soy española, o al ver mi carnet de conducir con la bandera de la UE me miran despectivamente. Aquí, en Francia, soy una "extranjera" sí, pero soy una ciudadana europea de pleno derecho.

Salgo de la estación y llamo a mi amiga... se produce el ansiad encuentro con momentazo de abrazo al más puro estilo "reencuentro sorpresa-sorpresa" Mi fijo que varias personas sonríen al vernos... ¡qué cuki todo! Y es entonces cuando vamos caminando por Lyon y empiezo a verla poco a poco que va surgiendo esa reacción química que parte del hipotálamo y provoca el tan maravilloso sentimiento del enamoramiento. Sí, es posible enamorarse de una ciudad porque yo lo he hecho. Es tan luminosa, tan grande, tan preciosa, delicada, limpia... que... no sabría decir qué es lo que más me gustó. Es moderna y antigua a la vez, bulliciosa y tranquila, interracial, cosmopolita, clásica... muy decimonónica. Con enorme avenidas guardadas por árboles a lado y lado y coronadas con monumentos majestuosos. Todo esto me fue pareciendo en el trayecto a casa, en el que por cierto nos... "despistamos" un poco. Pero al final llegamos sanas y salvas.

El piso y las vistas son nada más que.... MOTHER OF GOD. Desde el salón ves todo el casco antiguo de Lyon, el río Ródano o Rhône en francés, los puentes que lo cruzan cargados de viandantes, las edificaciones apiñadas pero a la vez ordenados, el techo de la ópera y la gran catedral coronando el monte y presidiendo toda la ciudad. ¡Ah! y una reproducción de la Torre Eifel que es una antena de televisión y cuya altura más la del monte es la longitud de la torre que descansa en París. Al menos eso me contó Irene.

Después de un desayuno al más puro estilo mediterráneo: tostadas, café y zumo... emprendemos la marcha. La verdad, es que me sentí como si caminase por Málaga, por la Alameda Principal o entrando en Larios, caminase por las calles con sus tiendas en pleno centro... Es tan parecida en muchas cosas que a veces me sorprendía. Paseamos, vimos tiendas de ropa, zapatos, librerías, frikadas, panaderías, cómics, enseres del hogar... yo me quedé con el lugar de una librería para comprar libros en español y volver a ver al tremendísimo del dependiente. ¿Qué? Una también tiene ojos en la cara. Después compramos el croissant más delicioso que jamás haya probado en los días de mi vida. Pensé que eso sería un topicazo, pero el tópico me ha dado en toda la boca, nunca mejor dicho. Ligeramente crujiente por fuera, pero tierno, muy tierno, suave y un toque a mantequilla que... Comprar muchos, muchísimos croissants en esa panadería es algo que haré cuando regrese dentro de dos semanas. También compramos "la barra de pan" Eso era un manjar que llegó a medias a casa y aún abierta y comenzada, a la mañana siguiente estaba exactamente igual de esponjosa. Ese debe de ser el pan que comen en el cielo porque nada más que de recordarlo se me hace la boca agua. Y por último unas galletitas muy deliciosas con algo parecido a Lacasitos encima. Tras una larga charla al borde del río y siendo casi "arrasadas" por una ola levantada por uno de los barquitos turistícos que pasan por él, regresamos a casa. Nos sentamos frente a la ventana del salón con las espléndidas vistas, cerveza y Pringles en mano y nos tiramos cuatro horas hablando sin parar de mil cosas. Cuando queremos darnos cuenta son ya casi las ocho. Cena, ducha, arreglarse y a la calle.

En contra de lo que muchos pensábamos: ¡no! España no es el único país con juerga nocturna. Hay terrazas como las de España a rebosar de gente cenando, bebiendo y compartiendo el rato con viejos o nuevos amigos. Nosotras nos damos un paseito hasta un pub al más puro estilo irlandés que vimos por la mañana y nos tomamos una pinta de cerveza. Un deliciosa pinta, una maravillosa, exquesita y celestial pinta... Es que desde que vine de Málaga no me había tomado una pinta de buena cerveza, la que pedimos era australiana, pero ahora no recuerdo el nombre. Después, entre risas y tras ser buitreadas por un inglés viejo y alcoholizado, regresamos a la plaza de la ópera y.... ¡Venga! ¿Por qué no? Otra cerveza. Allí, fui acosada visualmente por un hombre, por no llamarlo cerdo deprabado que estaba literalmente babeando por mis pechos... Está visto que, salidos hay en todas partes. Y una vez bebidas las cervezas, puestas en marcha... ¿A dónde vamos? Ninguna de las dos estábamos dispuestas a regresar a casa a las doce de la noche después de estar vestidas para matar. Entonces, apareció un ángel. Un ángel de pelo rubio, todo vestido de blanco. Se acercó por detrás mía, llamó mi atención y empezó a decir algo en francés. Después de llevar tooooooooodo el santo día hablando a full en español, me salta el chip. ¿Qué? Mother of god... ¡Rápido Delia! Dépêche-toi! Delia... coloca el mode: francés-francés ya.
Cuando mis neuronas se reasientan... descubrimos que lo que quiere saber es cómo se dice sóbrio en francés... sinceramente si mis neuronas hubieran funcionado mejor en francés hubiera caído en la cuenta pues es una palabra muy, muy parecida al español, pero en ese momento, ni papa. Le digo que ni idea y sinceramente no recuerdo cómo le dije que si hablaba otro idioma y me dice: inglés... en ese momento sonaron un coro de ángeles con trompetas, arpas y cualquier otro instrumento que suene celestial en mi mente. Y le dije: al fin una lengua conocida, ¡qué alegría! Tras intercambiar bromas, hablar en inglés y las respectivas presentaciones. Somos oficialmente conocidos, tenemos nuestros correspondientes "facebooks", nuevos nombres en francés, a partir de ahora llamarme Juliette y planazo para la noche. Por cierto, venía acompañado de otras dos muchachas: una australiana y una sueca.

Lo que pasó a continuación es que dimos tres vueltas sucesivas a las correspondientes manzanas que hay al rededor de la plaza para termina casi en el mismo punto que, era donde estaba la discoteca. Con los pies diciéndonos que nos detuviésemos en cualquier sitio, llegamos a la puerta. Soy colocada como parapeto femenino (como siempre hacen todos... ventajas de estar bien... formada) ante las excusa de que yo tengo boobs. Cosas de ser mujer. Nos piden los carnets, entramos y tenemos que dejar obligatoriamente los bolsos en el guardaropa. Tras eso entramos y.... baile, baile, baile, baile y más risas. Hasta nos sorprendieron con el último hit del verano, la Macarena.

Hasta las cuatro estuvimos con ellos, pero ya cansadas y que ellos iban a otro local que había que pagar... era mejor regresar. Ya de vuelta tuve que quitarme las botas y cruzas el puente desde la ópera descalza. Sorprendentemente mis medias ni se rompieron ni se mancharon. ¡Qué limpios son estos franceses! En eso el suelo de Lyon no es como el malagueño, que más de una vez he hecho un trayecto descalza y no veas cómo acabaron las medias.

Nous arrivons a la maison... nos quitamos la ropa, pipi, pijama, los dientes y.... ZZZZZzzzzZZZZZzzz

A la mañana siguiente: desayuno, más charla, por si nos quedaba algo que contar, nos arreglamos, preparamos la comida, tuppers y a la calle. Comimos al lado del río. Ya de regreso a la casa, descubrimos otros sitios hermosos de la ciudad: un puesto dominical de libros de segunda mano, un edificio cuya fachada es como una estantería gigante, otro con panteras caminando sobre los alféizares... un parque de juegos para los niños chulísimo, barcos-restaurante y.... por desgracia la hora de irme se acerca. Cogemos el bus y nos damos una vuelta por el centro comercial que hay al lado de la estación: Part Dieu se llama también. Tiendas, tiendas... ¡ups! un Newyorker... y otras conocidas y.... el omnipresente McDonald's, pero en Lyon tiene los mismo precios que en España no como en Suiza, que por diez francos más comes un menú en cualquier bar-restaurante. Entramos y... McCafé. Lo sorprendente es que te ponen mil millones de tipos diferentes de café: con caramelo, cacao, frutas, leche así o asá.... dulces de mil tipos o más y... todo hay que decirlo un dependiente que estaba la mar de bien. Era la versión morena y algo más atlética del empollón de la película de los 90 Star Gate* Tras deleitarnos con un McCafé frappé y no sé qué pidió Irene nos vamos. Llego a la estación, sin información del andén del que parte el tren... punto de información, la cola no avanza. Panel de información: nada.... Punto de información diferente... tampoco se mueve y... ocho minutos antes ponen el andén. Nos metemos en el ascensor que nos lleva arriba y, indicando lo contrario no nos lleva a los andenes... ¡Mecagontoloquesemenea! Ya había entrado hacía rato en el modus Kratos on* nerviosa porque se me fuera a escapar el tren y entonces sí que la tendría buena: atrapada en Francia sin llegar a tiempo al trabajo. En el fondo tampoco hubiera sido tan malo.

Despedida en el andén: besos, abrazos, "te echare de menos", "volveré pronto", "a ver cuando voy yo".... y Kinder Bueno en la maleta más dos libros de Juego de Tronos en español. Me siento pletórica, exultante... Viaje en TGV me siento una divinity absoluta y arribo a Ginebra. De nuevo en "casa" aunque no la siento como tal y más tal la excelente experiencia en Francia.

Llego a casa en Morges. Saco el pijama, vaso de leche calentita, dientes y.... a la cama.

À bientôt


* Os metéis en la wikipedia y buscáis quien es... que con tanta anotación a pie de página os mal acostumbro a que la información os caiga llovida como el maná.
*Ya lo puse en otra entrada, pero... personaje del videojuego God of War I,II y III

viernes, 16 de septiembre de 2011

Quien diga que ser au pair es fácil... ¡LE MUERDO LA YUGULAR! 15/09/2011

Cuando nada parecía que pudiese empañar un día perfecto con los niños, de paz tranquilidad y juegos... va el destino y me mete un ¡Zas! en toda la boca. A una hora de la llegada de la madre de los niños del trabajo llega un compañero de clase de la mayor, con quien hacen todos muy buenas migas. Yo lo definiría como el "muñeco fetiche" pues llegando este petit garçon a la casa, no hay más Dios, ni más Santa María que él. Es decir, pierden el norte y con ello, las normas.

Estaban jugando al típico juego de batallitas: yo te empujo, me empujas, te agarro, te tiro y... como todos sabemos esos juegos entre infantes nunca terminan bien. Viendo que la cosa estaba pasando de castaño oscuro y tras decirles mil quinientas setenta y ocho veces: STOP!! ante el caso omiso me levanto voy hacia ellos y les digo que se acabó el juego. Como a la mayor no le pareció muy acertado me dijo no he intento apartarme de un empujón, siguiendo la misma dinámica del juego. Para impedirlo le cogí las manos y eso fue igual a soltar la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki. Eso no era una niña, era un gremlim mojado. Gritando como la niña del exorcista que tenía que retirar la cara porque hacía literalmente daño en los oídos, pateando, llorando y.... que remedio cogida en volandas. Si esto no era suficiente, el peque se pone a defender a la hermana y opción más óptima según la altura: patadas en las espinillas ¬¬ Momento: siento la ira de los dioses corriendo por mis venas y creo que voy a dejar a Kratos (el personaje de God of War I, II y III) a la altura de un niño de parvularios. Imágenes de cabezas rodando, de bombas explotando... a resumidas cuentas de batallas acuden raudas a mi mente, pero... cuento hasta tres, soplo y..... consigo llegar hasta la mesa del jardín donde los siento. Tras repetidos insultos: ¡Eres la más horrible! ¡Eres débil! ¡Te odio! ¡Esta es mi casa! ¡Tú no me mandas! Mando al "muñeco fetiche" a su casa y emprendo el ascenso con las dos bestias. En ese momento, no sé si bendito o no llega la madre... Pone paz. Y después una vez todos arriba llega el momento charla Super Nanny de la semana. Razonando con ellos, cosa imposible... A resumidas cuentas, terminaron saliéndose con la suya y yo.... temerosa del próximo encuentro Gremlims VS. Pobre au pair.

A resumidas cuentas... una tras una experiencia como esta aprende dos cosas: se acabó la au pair mega cuki de la muerte. Si quieren premios que se los ganen y juegos que se los ganen, si no... castigos. Porque no se puede luchar contra un problema de base educacional cuando tú no eres sus padres y tras que me digan que eso es "normal" veo que no hay nada que hacer. Compadezco a las pobres au pairs que vengan detrás de mí, porque si a mi predecesora le tocó bregar con las investigaciones infantiles más escatológicas, a mí me toca bregar con: ¡Ups! Insultos nuevos... tengo más fuerza, puedo pegarle... total mis padres no me castigan. Pero bueno, es una brizna en un montón de días tranquilos. Pero quema, además en compensación (me hacían falta igualmente) hoy he comprado unas botas calentitas, calentitas para el invierno y cuando llegue el frío... Bénditas y maravillosas endorfinas de las compras.

À tout à l'heure

jueves, 15 de septiembre de 2011

Viaje exprés e inesperado con consecuencias... aún más inesperadas 11/09/2011

Cuando pensaba que mi fin de semana sería absolutamente la monotonía, recibo una llamada. Estaba levantada a penas hacía unos minutos antes y con las tostadas recién salidas... Ummmm, cuscurritas y calentitas... ideales para que se derrita bien la mantequilla. Entonces suena la típica melodía de las que traen predeterminadas todos los móviles y... es el mío. ¿Quién me llama? Evidentemente, sólo tengo... bueno, tenía, dos personas que me llamasen a ese números, ahora tengo una más. Lo cojo, es mi amiga. Me pregunta si voy a ir a lo del salto en bicicleta al lago (su novio y unos amigos construyeron una rampa para coger carrera con las bicis, saltar y caer al agua con ellas) como ella trabajaba el día de antes ya había asumido que no iría... pero tras diez intensos minutos de conversación, dimes y diretes, acepto ir. Cojo el tren hasta Yverdon-les-Bains y allí me recoge ella junto con un amigo suyo que venía de Fribourg. En cincuenta minutos: desayuno (¡mierda! las tostadas frías), preparo las cosas necesarias* me ducho, miro el horario del tren, precio y salgo volando.
Cuando llego a la estación la máquina en la que comencé a hacer la operación de compra del ticket decide no sólo ponerlo más difícil porque está orientada al sol, sino que decide que el francés no lo entiendo bien y que pruebe con el alemán. Mi cara: O_o Me pongo nerviosa el tren va a llegar en cinco minutos como mucho. Llamo a mi amiga: ¿¡Dónde hay otra pu... máquina de tickets!? y bla, bla, bla.... Compro el tickect y vuelo al andén. Llega el tren y en ruta.

Cuando llego a Yverdon-les-Bains no sólo tengo que sufrir el intento sin éxito de uno de los muchos frikis (parecido a los perro-flautas*) que deambulan por las estaciones para que le de dinero. Lo intenta en francés, hago que no entiendo, lo reintenta en inglés... hago que no entiendo y se va. Si no que, también, sufro el acoso y persecución de una araña que habitaba dentro de una máquina expendedora de chocolate. Estaba pegada a mi Kinder bueno y no quería, por lo visto separarse de él. Tras el típico y bochornoso espectáculo (habitual en las féminas cuando nos sentimos atacadas por un pequeños insecto) de grititos y aspavientos, el animalito decidió buscarse otro hogar en la reja de una alcantarilla.

Espero, espero, espero.... llegan. Voy al coche y nos ponemos en camino, pero qué aventura nos deparaba el destino... Un piloto del coche se enciende en rojo, comienza a pitar algo, tenemos que detenernos y al parar el motor escuchamos como el agua refrigerante del vehículo literalmente hierve. El pestazo al abrir el capo era poco... Tras llamadas, intentos, echarle más aceite... el coche decididamente no se mueve. Tuvo que venir una grúa a recogernos tras tres horas liados con el coche. Esto eran las tres de la tarde aproximadamente... si comer, sin beber.... El amigo de mi amiga, e de Fribourg decide regresar a su casa... de hecho no podía hacer otra cosa porque en la grúa hay sitio como mucho para dos personas sin contar al conductor. Tras varias llamadas tiene que regresar en tren y mi amiga y yo nos ponemos rumbo a La chaux-de-Fonds en la grúa. Gran viaje. Yverdon-les-Bains - La Chaux-de-Fonds en coche: una hora de camino.... las cuatro, comienzo a "autodigerirme" Llegamos al taller y esperamos a que llegué otro amigo para recogernos. Primera persona simpática que saluda y habla conmigo, desde que llegué, será por eso de que ambos hablamos español. Una vez llega y tras explicarle lo sucedido vamos al lago.

Allí mucha gente, saltando en bicis y pegándose bombazos de horda en el agua. Y... no hay fuego para hacer la barbacoa y comer. Me arrepiento de no haber parado a comer en un McDonald's. Mi nuevo amigo y yo, vamos a coger madera (estamos rodeados de bosque) para hacer la barbacoa... tras buscar ramitas secas y demás, hacemos un buen montón. Barbacoa y..... Tenía tanta hambre, taaaaaaaaaanta hambre que me comí una barra entera de pan con longanizas, salchichas y ese tipo de carnes. Y estaba tan sendienta, taaaaaaaaaan sendienta que me inflé de un agua que venden aquí en Suiza con más bicarbonato del que suele incluir el agua normal: si el agua con gas está mala, ésta ya ni te cuento.

Llega la hora de partir, nos ponemos en camino: todos teníamos prisa, mi amiga porque iba a trabajar y el otro muchacho y yo porque teníamos que coger unos trenes. Pues, ¿qué sucede? ¿que nos encontramos el camino libre, sin problemas? Nooooo, unas vacas, que están en su habitad, decidieron detenerse frente al coche y vacilar unos minutillos. Al poco conseguimos que se aparten, algo asustadas ellas por el coche y nosotros porque le dieran una coz al coche y lo fastidiaran bien fastidiado. Ya que nos detenemos por culpa de unas vacas, ya podía haber aparecido la vaca de Milka, ¡la jodía! Sigue sin aparecer.

Ya en la estación entro en el cuarto de baño, me hago un tercer y último cambio de ropa porque tenía frío y entro a hacer pis: un franco la meada... o lo que encarte. El aseo es más similar a los que tendría que tener la nave Enterprise que un wc público normal y corriente. Cerra hérmeticamente con imanes utra fuertes que si no le das a un botón que pone "abrir" o "cerrar" (todo el francés obviamente) ni se abren ni se cierran las puertas. Compro chocolate, una tableta de Milka, pues ya que no veo a la vaca lila que debe de estar con Wally porque no hay un dios que la halle, al menos la tengo en el envoltorio. En ruta a casa... En esta ocasión el tren no estaba lleno de soldados....Bueno, no como la otra vez. Así que me alegro un poquito la vista, feliz como una perdiz y aquí se acaba esta pequeña aventura.

À tout á l'heure

*1 Diréis que para un sólo día.... ¿qué digo? ¡horas! cuántas cosas son necesarias. Pues yendo al lago: toalla, chanclas, bikini. No estando en España y siendo septiembre: ¡vale! Hace sol, pero después es más que probable que no me agrade mucho, por no decir fastidie, ir en tirantas y sandalias... O sea, tienes que coger, unos zapatos cerradas, una chaqueta o sudadera y una camiseta de manga media o larga y, bueno... ¿por qué no? El paraguas.

*2Perro-flautas: Okupas con rastas (si es que no es el cadáver disecado de un gato o una rata en la cabeza) que se hacen llamar hippies, liberales y desde la sentada en Sol, indignados.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Premio GRACIAS POR SEGUIRME


Para mí ha sido toda una sorpresa recibir este premio. Me lo ha otorgado mi mami querida desde su blog "Un soplo de brisa fresca: La escritura" El link para los que no lo sepáis es escritoralauralozano.blogspot.com si os gusta la buena literatura ahí la tenéis y dentro de poco va a publicar en papel por lo que espero que TODOS vayáis a comprar libros como rosquillas o tendré que romperos las piernas o mandaros a mi legión de soldados suizos a que os las partan ellos.

Nuevamente muchas gracias a mi madre, que me tiene siempre muy, muy presente.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Fin de semana en La Chaux-de-Fonds 2-4/09/2011

Bueno, bueno... ha sido un fin de semana completo. La verdad que esta última semana se me ha hecho larga, porque los dos pequeños han estado malitos y por consiguiente, ya se sabe cómo se ponen los niños pequeños cuando están malos: pejigueras, pejigueras, pejigueras. Tras una semana de llantinas sin sentido (en la mente de un niño seguro que sí lo tiene) necesitaba un respiro y... el viernes huyendo en tren a La Chaux-de-Fonds con mi amiga y su novio. En esta ocasión, a parte de prepararlo todo con antelación, no me eché una cabezadita a esperar que llegará la hora. Estaba tan alerta que a penas si cené dos trozos de pizza. Cojo mis cosas: bolso, "mini maleta" para el finde y con 20 minutos de antelación me voy a la estación. Repaso mentalmente todas las cosas y..... ¡Mieda! Me iba sin dinero. De vuelta a la carrera, cuesta arriba, escaleras arriba, entro en la casa, cojo "l'argent" y vuelo para abajo. A paso ligero llego a la estación un par de minutos antes de la llegada prevista del tren, pero éste llega pronto y ahí lo tengo frente a mí, me subo, me siento tranquila y.... en marcha. El tema de las "correspondances" no los vuelvo a explicar porque después de la gran primera experiencia en la que perdí mi "virginidad" con los trenes suizos (que fuerte suena, pero es pura retórica) creo que ya me planto en la estepa rusa cogiendo trenes y no me pierdo. Pero tampoco lo diré muy alto, vaya a ser que monsieur Karma decida cobrarse alguna mala acción de mi vida pasada como perro de circo.

LLego a la ciudad y allí está mi amiga y la otra muchacha que conocí la vez anterior cuando fuimos al río, esperándome. Vamos a casa de la segunda y allí me encuentro con un montón de gente haciendo lo que en España se llama: botellón. Como no había comido y estaba algo cortada no bebí nada. Sinceramente no me apetecía ni una cervecilla. Hablo con mi amiga, guardo silencio absoluto cuando hablar francés a la velocidad del rayo (es como una conjunción de sonidos guturales y algunas palabras conocidas en medio) y opto por la siempre educada y cortés postura de: asiente y sonríe. ¿Qué otra cosa podía hacer? Pues resulta que ese fin de semana era la feria de La Chaux-de-Fonds. ¡Anda! Si los suizos también se divierten. Pues sí. No están tan muertos en términos de fiestas y salidas como otros países nórdicos en los que estar a las 21:00 despierto es trasnochar.

Evidentemente la feria no es como las de España. No hay casetas como nosotros las tenemos, son más bien carpas o puestos grandes en los que ponen las típicas barras y unas cuantas mesas. Algo que me llamó la atención fue ver puestos de zapatos en la feria y... ¡8 fr una salchicha! en algunos sitios. Ya se pueden guardar la salchicha en un lugar hondo y peludo que empieza por la letrita cul.... Paseamos feria arriba, feria abajo... Pero como al día siguiente el novio de mi amiga trabajaba nos recogimos a la prudente hora de las 2:00 am (él entra a trabajar a las 7:00 am) así que después de cenar en McDonalds nos fuimos a casita. La mañana siguiente tranquila: desayuno, marujeo con mi amiga cotorreando, almuerzo, siesta, visita al centro comercial y vamos a comprar no sé qué cosas antes de soltar a mi amiga en el trabajo. Allí nos encontramos a un muchacho que también trabaja con ella y resultó ser el hermano del que está casado. Parece que Suiza es un pañuelo y después de ver como en los tres días de estancia en La Chaux-de-Fonds el novio de mi amiga se detuvo a saludar a medio millón de personas o, es un relaciones públicas camuflado o Suiza es un pañuelo.

Después de soltar a mi amiga el novio y yo descansamos en la casa... yo me sumergí en Internet y él en las sábanas con una segunda siesta. Sí, sí... los jóvenes parecemos bellos durmientes, pero... es que se está tan bien entre las sábanas cálidas de la camita, mulliditos y... (bostezo) Bueno sigo contando que si no, me duermo. Vamos a recoger a mi amiga tras arreglarnos y cenamos en el McDonalds y de vuelta a la feria. Allí nos encontramos al matrimonio por casualidad (es la primera vez en Suiza que soy yo quien saluda a alguien antes que los demás, estos momentos me hacen sentir...


Ella y yo, vamos corriendo a hacer pis. No pongáis caras raras, porque en feria todos hemos ido a hacer pis a alguna esquina oscura, detrás de un coche... porque o eso, o te lo haces encima. Tenemos una breve conversación a la vuelta sobre como llevo el francés y de vuelta a los paseos. Tomamos cervezas y... aquí viene el primer gran momento de la semana. Nos sentamos en un puesto Tailandés que sirve comida y bebidas y... "Pero, ¿eso qué es?" Una gran tele de plasma con un karaoke. Al principio la cosa empezó con bromas del casado a los viandantes pidiéndoles que se detuviesen y tomasen una cerveza tailandesa... Después pasó a: cantar por cantar y después a: un auténtico pique por puntuar en las canciones que poníamos. Reconozco que tarde un poco en animarme a cantar, pero... ¡y lo divertido que es grabar a los demás haciendo el lila! en teoría cantan "In the end" de Linkin Park, pero más bien parece el fin del mundo y, para muestra un botón:



Así que cantamos, reímos, casi nos quedamos afónicos, la gente alucinaba al vernos, yo me quedé casi afónica y tras eso nos fuimos a dormir a la sensata hora de las 5:00 am, aunque hasta las 6 yo no aterricé en mi cama.

El siguiente día fue más tranquilo hasta la tarde, que mi amiga se compró un monopolí y... la muy zorra nos iba ganando, aunque yo conseguí hacer que hipotecara tres de sus propiedades muhajajajajajajjajaja (otro momento Feel like a sir)

Pero sin duda el gran momento, el grandiosisimo momento del fin de semana fue cuando me subo en el tren ya de regreso a Morges y... ¿Qué ven mis ojos? ¿Esto qué es? MOTHER OF GOD ¡CUÁNTO TÍO BUENO EN UNIFORME MILITAR! No sé qué cara correspondería a este momento, pero no pude reprimir una sonrisa de oreja a oreja cuando entre elegir un vagón con gente y otro cargado de militares y me meto en éste. Momento: Delia camina como quien no quiere la cosa, como si fuese por una alfombra roja, miro con apariencia de desinteresada a un lado, a otro, al fondo y... et voilà... Veo a bombón suizo que está para mojar pan y repetir. Debe ser la erótica de la guerra y como yo soy muy guerrera, pues veo un uniforme y me vuelvo loca (siempre manteniendo las formas) A un lado del pasillo cuatro soldados conmigo otros dos y.... sólo me quedó disfrutar del momento hasta llegar a Yverdon-les-Bains donde se bajaron la gran mayoría. Pero, ¿y el valor y la subida de ego que tiene el momento en el que uno, otro, otro y otro tras otro se giran para mirarme? Chicas, si alguna estáis bajas de autoestima, veniros a suiza y montaros en un tren plagado de soldados jóvenes y uniformados (nada de trajes de camuflaje)

Otro momento estelar con soldados fue el lunes. Iba paseando con los dos peque y... ¿qué ven mis ojos? "Niño frena que vas muy rápido y hay que disfrutar del paseo y de las vistas" Qué requete monos. También los hay monos, es decir, como cara de monos, pero la mayoría.... no sé qué comen en el ejército pero están...

À tout à l'heure

jueves, 1 de septiembre de 2011

Un miércoles cualquiera... tranquilo y: sueldo y visita al école club 31/08/2011





El miércoles es mi día de descanso y.... lo aprovecho para descansar. Después de desayunar, los padres prepararon a los niños y los llevaron a la guardería. Sola en casa, como el de la peli. Me meto en el baño y me doy una ducha mega hiper relajante... ¡Qué placer! ¡Qué gusto! ¡Qué infravaloradas las duchas de agua tibia! Salgo, me peino con mis planchas... es como estar en casa. Me pongo cómoda y pasé la mañana hablando con amigos, mi prima y leyendo. La hora de comer: asado con patatas y mini zanahorias. Hasta aquí todo corriente y moliente. Les pregunto a los padres que si quieren un café y hago tres cafés... entonces, aparecen con (tambores....) mi primer sueldo. Bueno, medio sueldo en realidad porque tan sólo han pasado dos semanas desde que llegué. También ha habido pequeños recortes, por el adelanto que me hizo para ir tirando y mis papeles: seguridad social, permiso de trabajo, seguro sanitario... En fin, un pico. Pero eso ya lo sabía yo.

A parte del dinerín, dinerín, había llegado para mí una notificación de la policía de extranjeros. Suena muy erótico, ¿verdad? Te imaginas a un agente rubio de dos metros diciéndote: "los papeles" mientras te guiña un ojo, pero no. Era para recoger mi permiso de trabajo, el cual me habilita quedarme en Suiza por más de tres meses, que es el tiempo tope estipulado para estar sin trabajo, tiempo de vacaciones. Me arreglo, me pongo divina de la muerte y a la rue. Voy por la principal con todo lleno de tiendas y cafeterías.... ¡OJO! ¿Qué es eso? Dos soldaditos tomando café.... Mother of God y están cachas.... sonrisilla malévola y: caminando como una top por la calle... sinrisita y sigues para adelante... Coqueteo sutil... jajajajajajajajajajaja Es una tontería pero, bueno, a todas nos gusta que nos miren. Entro en el edificio que está al lado del de la policía y: momento Mother of God II. ¿Eso que veo es un policía o es el futuro padre de mis hijos? El uniforme es azul oscuro y negro, con botas altas...... Lo siento, lo miré en plan O_o no me lo esperaba. Me quedé como una lela mirando y claro, sonrió y dijo: Bonjour madame!! Eso me sacó de mis mundos de yupi con la casi de Heidi en los Alpes, mi fornido policía talando leña descamisado..... (suena como cuando detienes un disco de vinilo súbitamente, en mi mente) ¿Madame? ¿Por qué puñetas todo el mundo me llama madame? ¿A caso tengo cara de casada? Jolines, ¡mira! no llevo anillos en ninguna de las dos manos. El caso que le saludo y entro. Recojo el documento y.... ¡Ya no soy una "indocumentada"!

Prochain arrêt: Coop* Voy a comprar unas cosillas que me hacen falta y tanto en el camino de ida como en el de salida me pasa que: al ir, me cruzo con viandantes como yo. De frente a mí viene un hombre, de unos 40 años. Me mira... me sigue mirando, sonrisilla cortés y "Bonjour" Jejejeje En Suiza también se paran a saludar por ser bonita. No es ser vanidosa vale, pero iba de dulce, super combinada, bien peinada, el maquillaje perfecto... y, para que engañarnos, las he visto monas, guapitas, pero una mujer de decir "GUAPA" ni una, ni una. Y, los obreros son casi como en todos sitios. Miran a las mujeres, pero... sólo parar y guardan silencio. Nada de silbidos ni palabras soeces. Una maravilla para el ego.

Y con mis compras hechas (entre ellas un diario chulísimo) y sin un franco en el bolsillo, al menos no los suficientes como para detenerme a tomar un café en la cafetería de los soldados, decido dar un paseo hasta el parque al borde del lago y sentarme bajo el mismo árbol donde me terminé de leer mi único libro en español. Aquel para mí es un sitio especial: el lago de aguas que tornan entre el azul cobalto y el azul invierno, la brisa, el agradable picorcillo del sol sobre la piel, las risas de los niños, la fresca humedad del césped bajo mí, su tacto en mis pies, la corteza áspera y el tronco firme del árbol, los patos que aterrizan súbitamente frente a mí o los cuervos... Es una estampa casi poética. Abrí mi diario y escribí. Sintiéndolo mucho lectores, en él escribo cosas más personales, algo a lo que sólo las generaciones venideras tras mi muerte podrán tener acceso.

Después de más de una larga hora escribiendo y disfrutando del lugar, me calzo mis sandalias y de vuelta a la casa. La madre y los niños pasaron toda la tarde jugando en el jardín de la casa y allí mismo los encontré. Al cabo de una hora íbamos a coger el tren dirección Nyon para mostrarme donde está el École Club Migros que es donde voy a dar las clases de francés. Está como a un cuarto de hora en tren. Hicimos varias paradas y una de ellas muy interesante: Allman, el apeadero de Ikea. Estos suizos... Ikea con apeadero de tren. Nos comemos nuestros sandwiches y llegamos, vimos el lugar, bonito: es la planta baja de un edificio y la pared exterior de las clases es una ventana, le da un toque como de burbuja, y hace que entre mucha luz, aunque a las 20:00 que yo tengo la clase, en invierno poca luz va a entrarme. Regresamos y cada cual a su lugar.

Este fin de semana voy a pasarlo con mi amiga en La Chaux-de-Fond, en dos días me dará tiempo a hacer más cosas que después contar.

À tout à l'heure


*Coop y Migros son como Carrefour, Mercadona, pero versión Suiza.