lunes, 26 de septiembre de 2011

Lyon Part-Dieu 24/25-09-2011

Estaba deseando escribir esta entrada. Deseando que llegase el momento de la siesta de los niños y, al fin libre. Hace aproximadamente una semana estaba chateando con mi amiga Irene que también está de au pair, pero en Lyon de la France. Llega el fin de semana, sin planes... dado que en la ciudad-dormitorio donde vivo no hay mucho que hacer si no eres un padre o madre de familia con dos o tres críos. Es a resumidas cuentas un pequeña ciudad entre dos grandes: Ginebra y Lausanne, y si quieres movimiento, marcha y vida te tienes que ir a esas dos o, te conformas con los hermosos paseos por el lago. Bueno, pues hablando, hablando con mi amiga me suelta de buenas a primeras: "este fin de semana estoy sola, ¡vente!" Y yo sin pensármelo un nano-segundo digo: "Vale" Dicho y hecho. A pesar de tener problemas con la compra a través de Internet el mismo viernes ya tenía los billetes de tren. El trayecto era de Morges a Ginebra (30'') y de Ginebra a Lyon (3 horas haciendo varias paradas en cuatro estaciones) Preparo una maleta como si me fuera a ir a la guerra: dos mudas de ropa, ropa de marcha otras dos (por si el conjunto al final no me convence) maquillaje, zapatos, galletas de chocolate, colonial, pendientes, pulseras.... de todo un poco. Me siento como la señorita Pepis con su maletín. Me cercioro unas ochocientas veces que los billetes de tren están dentro y a las 21:00 horas "al sobre" que mi amigo el despertador está sonando a las 5:00 am.

5:00 am, primer pensamiento: "Ya iré a Lyon otra vez, yo me quedo durmiendo..." Segundo pensamiento: "¡Levanta el culo gordo que te vas a Francia a salir de marcha!" Pego un bote legendario, me visto, hago la cama y salgo como un pequeño ratón andando de puntillas para hacerme un desayuno. Una vez todo listo, salgo de la casa sintiéndome el ser más horrible del mundo porque en mitad del silencio el más mínimo ruido resulta igual de atronador que un blitz.

Al fin fuera.... el fresco de la mañana, que no da señales de aparecer de momento me saluda y me despeja. Me subo hasta arriba el cuello de la chaqueta y hago un recorrido un poco más largo hasta la estación, aunque más luminoso. Ya se empiezan a ver las primeras luces en las casas, gente absurdamente madrugadora. Llego a la estación y me siento. Me arrebujo en mi cazadora y escondo las manos en los bolsillos y la nariz dentro del cuello de la misma. Hace fresco, pero es agradable, simplemente lo hago para no comenzar a tiritar al estar a pie quieto. Poco a poco la estación se va llenando de algunos soldados. Ninguno merece la pena y, es demasiado temprano como para que mi Mode Obrero se ponga On al ver algún tío guapo. Llega el tren, puntuales con exactitud suiza a las 6:32 am. Nos ponemos en marcha y doy algunas cabezadas, pero no me permito dormirme se me vaya a pasar la estación de Ginebra y encima pierda el tren hacia Lyon. Al fin llegamos... la ciudad es preciosa, al menos lo poco que vi desde la estación. En ninguno de los paneles aparece información relativa a los trenes que parten hacia Francia por lo que, ya después de casi dos meses no me da ni miedo ni vergüenza lanzarme al agua y hablar en francés. Me acerco al primer mostrador de información y hago la pregunta perfectamente y me entero igual de bien... ^^ momentos en los que una se siente un poquito más orgullosa de sí misma. Para coger el tren a Lyon tengo que salir de la estación, caminar un poco à côte de ella y volver a entrar por otra puerta que me lleva a los andenes internacionales. Entro paso la aduana, es un pasillo estrecho que se ensancha un poco y donde te esperan varios policías de la estación. No tienes que pasar la maleta por ningún escáner ni nada, pero si hay dos perros. Te miran, te dan los buenos días y sales al exterior a los andenes. El tren ya estaba allí por lo que en lugar de esperar fuera, entro y me siento en el primer sitio que encuentro, este viaje no está numerado. Enfrente tengo a un hombre, es agradable, hablamos un poco pero en cuanto el tren se pone en marcha pienso: "tres horas por delante, sin lectura, sin comida.... A dormir se ha dicho" Me desperté en varias ocasiones, coincidiendo con las detenciones del tren a las otras estaciones. Pero no fue hasta diez minutos antes de llegar a Lyon que me espabilé verdaderamente. No sabría explicar en qué exactamente se notaba, pero era evidente que ya no estaba en Suiza. Quizá los tejados de los edificios menos bajos, no sé... El caso es que la sensación de seguridad, de hogar... que me invadió fue una de las cosas más placenteras de este fin de semana. Nadie me va a mirar raro por saber que soy española, o al ver mi carnet de conducir con la bandera de la UE me miran despectivamente. Aquí, en Francia, soy una "extranjera" sí, pero soy una ciudadana europea de pleno derecho.

Salgo de la estación y llamo a mi amiga... se produce el ansiad encuentro con momentazo de abrazo al más puro estilo "reencuentro sorpresa-sorpresa" Mi fijo que varias personas sonríen al vernos... ¡qué cuki todo! Y es entonces cuando vamos caminando por Lyon y empiezo a verla poco a poco que va surgiendo esa reacción química que parte del hipotálamo y provoca el tan maravilloso sentimiento del enamoramiento. Sí, es posible enamorarse de una ciudad porque yo lo he hecho. Es tan luminosa, tan grande, tan preciosa, delicada, limpia... que... no sabría decir qué es lo que más me gustó. Es moderna y antigua a la vez, bulliciosa y tranquila, interracial, cosmopolita, clásica... muy decimonónica. Con enorme avenidas guardadas por árboles a lado y lado y coronadas con monumentos majestuosos. Todo esto me fue pareciendo en el trayecto a casa, en el que por cierto nos... "despistamos" un poco. Pero al final llegamos sanas y salvas.

El piso y las vistas son nada más que.... MOTHER OF GOD. Desde el salón ves todo el casco antiguo de Lyon, el río Ródano o Rhône en francés, los puentes que lo cruzan cargados de viandantes, las edificaciones apiñadas pero a la vez ordenados, el techo de la ópera y la gran catedral coronando el monte y presidiendo toda la ciudad. ¡Ah! y una reproducción de la Torre Eifel que es una antena de televisión y cuya altura más la del monte es la longitud de la torre que descansa en París. Al menos eso me contó Irene.

Después de un desayuno al más puro estilo mediterráneo: tostadas, café y zumo... emprendemos la marcha. La verdad, es que me sentí como si caminase por Málaga, por la Alameda Principal o entrando en Larios, caminase por las calles con sus tiendas en pleno centro... Es tan parecida en muchas cosas que a veces me sorprendía. Paseamos, vimos tiendas de ropa, zapatos, librerías, frikadas, panaderías, cómics, enseres del hogar... yo me quedé con el lugar de una librería para comprar libros en español y volver a ver al tremendísimo del dependiente. ¿Qué? Una también tiene ojos en la cara. Después compramos el croissant más delicioso que jamás haya probado en los días de mi vida. Pensé que eso sería un topicazo, pero el tópico me ha dado en toda la boca, nunca mejor dicho. Ligeramente crujiente por fuera, pero tierno, muy tierno, suave y un toque a mantequilla que... Comprar muchos, muchísimos croissants en esa panadería es algo que haré cuando regrese dentro de dos semanas. También compramos "la barra de pan" Eso era un manjar que llegó a medias a casa y aún abierta y comenzada, a la mañana siguiente estaba exactamente igual de esponjosa. Ese debe de ser el pan que comen en el cielo porque nada más que de recordarlo se me hace la boca agua. Y por último unas galletitas muy deliciosas con algo parecido a Lacasitos encima. Tras una larga charla al borde del río y siendo casi "arrasadas" por una ola levantada por uno de los barquitos turistícos que pasan por él, regresamos a casa. Nos sentamos frente a la ventana del salón con las espléndidas vistas, cerveza y Pringles en mano y nos tiramos cuatro horas hablando sin parar de mil cosas. Cuando queremos darnos cuenta son ya casi las ocho. Cena, ducha, arreglarse y a la calle.

En contra de lo que muchos pensábamos: ¡no! España no es el único país con juerga nocturna. Hay terrazas como las de España a rebosar de gente cenando, bebiendo y compartiendo el rato con viejos o nuevos amigos. Nosotras nos damos un paseito hasta un pub al más puro estilo irlandés que vimos por la mañana y nos tomamos una pinta de cerveza. Un deliciosa pinta, una maravillosa, exquesita y celestial pinta... Es que desde que vine de Málaga no me había tomado una pinta de buena cerveza, la que pedimos era australiana, pero ahora no recuerdo el nombre. Después, entre risas y tras ser buitreadas por un inglés viejo y alcoholizado, regresamos a la plaza de la ópera y.... ¡Venga! ¿Por qué no? Otra cerveza. Allí, fui acosada visualmente por un hombre, por no llamarlo cerdo deprabado que estaba literalmente babeando por mis pechos... Está visto que, salidos hay en todas partes. Y una vez bebidas las cervezas, puestas en marcha... ¿A dónde vamos? Ninguna de las dos estábamos dispuestas a regresar a casa a las doce de la noche después de estar vestidas para matar. Entonces, apareció un ángel. Un ángel de pelo rubio, todo vestido de blanco. Se acercó por detrás mía, llamó mi atención y empezó a decir algo en francés. Después de llevar tooooooooodo el santo día hablando a full en español, me salta el chip. ¿Qué? Mother of god... ¡Rápido Delia! Dépêche-toi! Delia... coloca el mode: francés-francés ya.
Cuando mis neuronas se reasientan... descubrimos que lo que quiere saber es cómo se dice sóbrio en francés... sinceramente si mis neuronas hubieran funcionado mejor en francés hubiera caído en la cuenta pues es una palabra muy, muy parecida al español, pero en ese momento, ni papa. Le digo que ni idea y sinceramente no recuerdo cómo le dije que si hablaba otro idioma y me dice: inglés... en ese momento sonaron un coro de ángeles con trompetas, arpas y cualquier otro instrumento que suene celestial en mi mente. Y le dije: al fin una lengua conocida, ¡qué alegría! Tras intercambiar bromas, hablar en inglés y las respectivas presentaciones. Somos oficialmente conocidos, tenemos nuestros correspondientes "facebooks", nuevos nombres en francés, a partir de ahora llamarme Juliette y planazo para la noche. Por cierto, venía acompañado de otras dos muchachas: una australiana y una sueca.

Lo que pasó a continuación es que dimos tres vueltas sucesivas a las correspondientes manzanas que hay al rededor de la plaza para termina casi en el mismo punto que, era donde estaba la discoteca. Con los pies diciéndonos que nos detuviésemos en cualquier sitio, llegamos a la puerta. Soy colocada como parapeto femenino (como siempre hacen todos... ventajas de estar bien... formada) ante las excusa de que yo tengo boobs. Cosas de ser mujer. Nos piden los carnets, entramos y tenemos que dejar obligatoriamente los bolsos en el guardaropa. Tras eso entramos y.... baile, baile, baile, baile y más risas. Hasta nos sorprendieron con el último hit del verano, la Macarena.

Hasta las cuatro estuvimos con ellos, pero ya cansadas y que ellos iban a otro local que había que pagar... era mejor regresar. Ya de vuelta tuve que quitarme las botas y cruzas el puente desde la ópera descalza. Sorprendentemente mis medias ni se rompieron ni se mancharon. ¡Qué limpios son estos franceses! En eso el suelo de Lyon no es como el malagueño, que más de una vez he hecho un trayecto descalza y no veas cómo acabaron las medias.

Nous arrivons a la maison... nos quitamos la ropa, pipi, pijama, los dientes y.... ZZZZZzzzzZZZZZzzz

A la mañana siguiente: desayuno, más charla, por si nos quedaba algo que contar, nos arreglamos, preparamos la comida, tuppers y a la calle. Comimos al lado del río. Ya de regreso a la casa, descubrimos otros sitios hermosos de la ciudad: un puesto dominical de libros de segunda mano, un edificio cuya fachada es como una estantería gigante, otro con panteras caminando sobre los alféizares... un parque de juegos para los niños chulísimo, barcos-restaurante y.... por desgracia la hora de irme se acerca. Cogemos el bus y nos damos una vuelta por el centro comercial que hay al lado de la estación: Part Dieu se llama también. Tiendas, tiendas... ¡ups! un Newyorker... y otras conocidas y.... el omnipresente McDonald's, pero en Lyon tiene los mismo precios que en España no como en Suiza, que por diez francos más comes un menú en cualquier bar-restaurante. Entramos y... McCafé. Lo sorprendente es que te ponen mil millones de tipos diferentes de café: con caramelo, cacao, frutas, leche así o asá.... dulces de mil tipos o más y... todo hay que decirlo un dependiente que estaba la mar de bien. Era la versión morena y algo más atlética del empollón de la película de los 90 Star Gate* Tras deleitarnos con un McCafé frappé y no sé qué pidió Irene nos vamos. Llego a la estación, sin información del andén del que parte el tren... punto de información, la cola no avanza. Panel de información: nada.... Punto de información diferente... tampoco se mueve y... ocho minutos antes ponen el andén. Nos metemos en el ascensor que nos lleva arriba y, indicando lo contrario no nos lleva a los andenes... ¡Mecagontoloquesemenea! Ya había entrado hacía rato en el modus Kratos on* nerviosa porque se me fuera a escapar el tren y entonces sí que la tendría buena: atrapada en Francia sin llegar a tiempo al trabajo. En el fondo tampoco hubiera sido tan malo.

Despedida en el andén: besos, abrazos, "te echare de menos", "volveré pronto", "a ver cuando voy yo".... y Kinder Bueno en la maleta más dos libros de Juego de Tronos en español. Me siento pletórica, exultante... Viaje en TGV me siento una divinity absoluta y arribo a Ginebra. De nuevo en "casa" aunque no la siento como tal y más tal la excelente experiencia en Francia.

Llego a casa en Morges. Saco el pijama, vaso de leche calentita, dientes y.... a la cama.

À bientôt


* Os metéis en la wikipedia y buscáis quien es... que con tanta anotación a pie de página os mal acostumbro a que la información os caiga llovida como el maná.
*Ya lo puse en otra entrada, pero... personaje del videojuego God of War I,II y III

8 comentarios:

  1. Qué bonita entrada, aquí sí se nota la periodista que eres. Aunque de vez en cuando salga la loquilla y asome la perraquilla... jajajaja.
    Me he paseado por Lyon contigo, hija. Casi he olido el pan y probado los "tropeçons" y las cervezas ¡qué ricos! Un paseo muy romántico por esa historia de amor que ha nacido entre la ciudad y tú. Espero hacerlo algún día de verdad junto a ti.
    Un beso enorme.
    Mamá.

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  2. ^^ Eso sin dudarlo que estaremos en Lyon y en mil y un sitios las dos juntas

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    1. HAs estado de Au Pair en Lyon?? Puedes ponerte en contacto conmigo
      scifu84@hotmail.com

      Gracias!!

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  3. Siento comentar tan tarde... pero no he tenido tiempo de pasarme por aquí. Digo como tu madre, me he paseado con vosotras por Lyon, qué maravilla!! qué envidia!! aiinnnnsss deseando que escribas de nuevo :D
    besicoooosss

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  4. Por fin he podido leer la entrada! Me ha gustado muchiiiisimo! Me alegro que disfrutaras tanto, te lo merecias ya de una vez por todas! Un besito amor y en breve te veré!!WEEEE

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  5. Es genial haber encontrado a una tal Delia que escribe en un blog no solamente còmo de dificil es aguantar ciertos momentos con ciertos demonios enanos... tambièn desde su perspectiva màs personal... yo te leo desde la mìa, lo normal... tambièn he perdido trenes, he escondido las manos del frìo que parece que viene desde que lleguè con un redoble de tambores y llegarà completamente con un chas en un platillo dorado... (uuuhhh temorrr siendo del sur de espagna...) diciendo que lo de antes era sòlo una broma y que èsa es la verdad de noviembre... bueno, gracias por la idea de crear èste blog. Un saludo, bon journé!
    Gisela
    http://www.youtube.com/watch?v=WLzTkNwUqmE
    un detalle

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  6. Hola soy una chica española que e venido hace poquito a un pueblo llamado divonne es en francia pero estoy a 20 min de ginebra y algo mas cerca de nyon, no conoco a mucha gente aun y me gustaria mucho, estado buscando foros pero no encuentro ninguno...
    xcierto genial el blog :)
    dejo mi direccion dyanagon_2@hotmail.com agradeceria mucho si alguien se pusiera en contacto conmigo
    besines

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  7. Muchas gracias por vuestros comentarios ^^ me hacen mucha ilusión y sobre todo darme cuenta que pueden ser de ayuda a otros, o por mero entendimiento entre las sufridas au pairs jajaja. Millones de besos

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