Bueno... como el cuerpo pide de todo, hace dos fines de semana tocó relax, reposo, calma y... ¿por qué no? nutrir el cerebro de contenidos que vayan más allá de las series, películas.... ¡Espera un momento!... no, eso de ver las series y demás forma parte del pasado, los capullos del FBI han cerrado Megaupload. El caso es... todos los que me conocéis y habéis hablado conmigo, que para mí Suiza era como mínimo la residencia oficial del demonio: no me gustaba la gente, no me gustaba la comida, el clima, el idioma, el precio de los productos, las ciudades-pueblo... Pero chicos, ha sido regresar con las reservas de pescaito a tope y... ¡leches! hasta veo suizos guapos.
El caso es que no había mucho plan en lo que a fiesta se refiere y tras la Fête Geek de la semana anterior, mi pobre cuerpo juvenil necesitaba un respiro. ¿Qué se puede hacer en Suiza? Planes que van del modo taciturno-aburrido a tranquilos los que quieras. Entre la opción de tranquilos estaba visitar algún museo, porque para taciturno me paseo por el borde de lago, ya comienzo a ponerle nombre a las piedras. ¡Uis! Me siento como el Abate Faria del Conde de Montecristo*1 poniéndole nombre a las piedras. Da repelús... porque a tengo una mente prodigiosa o quiere decir que mi vida social es una soberana mier....
La cuestión en ciernes era elegir la opción cultura... o sea, el museo. Pero... ¿cuál? Por fortuna si algo no falta en Suiza es la oferta cultura de tipo teatro, exposiciones, salones, jornadas de puertas abiertas... Pequeños inconvenientes: nunca están en Morges, pero si en Lausanne, Ginebra o Fribourg (que en tren me pilla relativamente cerca) Me decanté por visitar el Museo Cantonal de Bellas Artes de Lausanne*2 Me emperifollo (sé que suena mal pero para mentes mal pensadas-de la LOGSE o sistemas educativos posteriores viene a ser: arreglarse, maquearse...) y pongo mis piececillos en polvorosa dirección a la bella ciudad de Lausanne. Llego, un frío del caraj... correspondientes velillas que asoman a la nariz, labios cortadas y el consiguiente: "¡Coño que frío hace en este pueblo!" Pero mis ansias de saber eran más... eso y que no iba a tirar el dinero del tren que la voie7 no me cogía aún, una gana... pero l'argent*3 nunca está de más mirar por él.
Primera aventura del día: coger el metro en Lausanne. No es que sea como el de Nueva York, Londres o Madrid... pero está bien (para grandes redes ferroviarias ya tienen la CFF*4) Son dos líneas, la M1 de Este a Oeste y la M2 de Norte a Sur. La verdad que usar el metro ofrece no sólo ahorro de tiempo, si no de energías pues, Lausanne es una ciudad que está construida sobre colinas, es la versión directa de San Francisco en Europa. Todo cuestas, escaleras empinadas, desniveles... eso sí, con mucho encanto... pero cuando llevas tacones, se queda encantada su put.... ¡Oish! Cuánto taco viene a mi boca en este post... ¿Debería lavarme la boca con jabón?
El Museo es un edificio enorme de las características de una palacio (creo que lo es) presidido por una enorme plaza a la que pienso ir esta primavera o verano con un buen libro para poner a leer. Ésta es la parte trasera lo que se ve desde la Catedral.
Al entrar hallas a mano izquierda la billetteria, donde como todos habréis adivinado se compran las entradas. Ese día tuve suerte y estaban promocionando no sé qué cosa y por sólo 10CHF pude ver todas las exposiciones, salvo la exposición pictórica permanente. Disfrute de un paseo por la historia desde las Edades de Bronce, Hierro... el avance las tribus asentadas entorno a los lagos, hasta la llegada del cristianismo tras los romanos. Vi la exposición de fósiles y esqueletos de dinosaurios. Tiene una cabeza de T-Rex impresionante, cuernos de Mamuts, otro dinosaurio enorme cuyo nombre he olvidado, plantas fosilizadas, caracolas del Pleitoceno y el Jurásico... ¡Alucinante! También vi la exposición de animales disecados. Pero más que maravillarme ahí lo que consiguieron fue motivar la siguiente pregunta: ¿Quién es el capullo que no encuentra mayor divertimento que ir a cazar un ejemplar de otra especia sano para convertirlo en un cojín con forma de gato gigante? Casi todos eran piezas cazadas a principios del S.XX Había una pareja de Guepardos que... sinceramente me entraron ganas de llorar, cazados ambos en 1931, probablemente por algún ricachón aburrido que prefería disparar a ser vivos y con utilidad que a sus bolillas, cuya utilidad pongo en entredicho. Por suerte, ese patán está muerto y nadie lo ha disecado. También vi un Arce y me quedé alucinada, esa es la palabra de lo gigantescos que son. Si pensáis que es una versión algo más desarrollada de Bambi os equivocáis de cabo a rabo. Es... ¡GIGANTE! Más grande que un búfalo americano. Mide más de dos metros de alto y por lo menos tres, si no un poco más de largo. Increíble. Las girafas, son largas pero no tan inmensas como parecen en los documentales... Y un tigre. Otra vez ganas de llorar. Deberíais haber escuchado mi conversación interna con los felinos, no la reproduzco que si no os pensaréis que soy la loca de los gatos de Los Simpson's.
Cuando salí era las cinco de la tarde, aún había luz y había visto desde las ventanas del museo una iglesia gótica... Iglesia... si, la Catedral de Lausanne. Una obra de arte gótico que me dejo con la boca abierta.
Eso sí, sigo pensando que los protestantes pierden una cantidad de valor artístico porque dentro salvo las vidrieras, a las que una buena manita de agua caliente y jabón no les vendría mal, y el órgano, otro maravilla... no había nada más. Todo muy gótico, impresionante, magnífico, altísimo... pero la falta de obras pictóricas y demás... Será que estoy acostumbrada a las barrocas iglesias de mi Andalucía.
Eso sí, sigo pensando que los protestantes pierden una cantidad de valor artístico porque dentro salvo las vidrieras, a las que una buena manita de agua caliente y jabón no les vendría mal, y el órgano, otro maravilla... no había nada más. Todo muy gótico, impresionante, magnífico, altísimo... pero la falta de obras pictóricas y demás... Será que estoy acostumbrada a las barrocas iglesias de mi Andalucía.
A resumidas cuentas me estuve paseando por esa zona, fotografiando el horizonte de Lausanne a la puesta del sol mientras mis manos se helaban. Descubrí varias cafeterías y patisserie muy al estilo francés, super cukis... y una tienda de dulces del que me traje una de las cosas más ricas que me he comido en mi vida. Era un nido de hojaldre relleno de crema de nata azucarada que.... sólo sé que tengo que regresar a por más. Una crêperie anotada en mis visitas pendientes, una tienda de sushi, nada caro la verdad. Y después toda la zona de tiendas desde Flon hasta la estación de tren.
A las 18:30 con mi café de Starbuck's en mano y mi ebook esperaba a que llegase mi tren para traerme de regreso a casa.
À tout 'a l'heure
*1 El Abate Faria compañero de penurias del afortunado Conde de Montecristo llevaba tantos años encerrado en su celda sin contacto con otro ser humano, salvo el gañán que le llevaba el rancho, que no sólo contó todas y cada unas de las piedras de su celda, si no que les puso nombre. Para quien no haya leído esa magnífica obra de Alejandro Dumas, la recomiendo mucho. Es larga, gigante, pero si somos capaces de leernos los Pilares de la Tierra. A parte, buena lectura nunca es demasiada.
*2 Musée Cantonale des Beaux Arts de Lausanne (es que si no pongo un gabachismo reviento)
*3 Dinero
*4 CFF es la compañía ferroviaría suiza... como nuestra RENFE